9/2/10

Juan de Dios Santander: Cesar Alierta


Replico el Post de Juan de Dios Santander dado su interés:


César Alierta: ¿Falsedad, ignorancia, o ambas?, por Juan de Dios Santander


Acabo de hacer la transcripción de las palabras de César Alierta sobre su visión de la estrategia de Telefónica (no sabéis lo que cuesta transcribir a una persona que se corta tanto, y patea tanto la gramática mientras habla), y no quiero dejar pasar ni un instante para rebatir las decenas de barbaridades que es capaz de proferir en sólo siete minutos.





Los buscadores usan nuestras redes

Lo que dice, exactamente (y eliminando las pausas y entrecortes), es:
Lo que es evidente es que los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo cual es una suerte para ellos, y una desgracia para nosotros.


Pero eso no puede seguir: las redes la ponemos nosotros, el peering lo hacemos nosotros, los sistemas los hacemos nosotros, el customer care lo hacemos nosotros… ellos tienen algoritmos.
Pero es que Google no usa la red de Telefónica: son los usuarios de Telefónica los que deciden hacer uso de los servicios (búsqueda, correo electrónico, mensajería, traducción…) que proporciona Google, y acceder a los contenidos servidos por Google, o apuntados por Google. Básicamente, iríamos a un modelo en el que Google pagaría por las tuberías de conexión con las que da salida a su contenido (paga más cuanto más éxito tenga en servir contenidos), el usuario pagaría por tener acceso a contenidos “vulgares”, y de nuevo Google (o cualquier otro sitio web exitoso) pagaría por el privilegio de que los usuarios de Telefónica puedan llegar a ellos.
La definición de Internet es la de una red capaz de enrutar paquetes entre todas las redes que están conectadas a ella. Los algoritmos de Google son su principal valía. Los contenidos de YouTube, la suya. El motor matemático de WolframAlpha es lo que nos hace visitarlo… Y humildemente visitáis este artículo porque valorais su contenido. Lo que quiere Telefónica —al menos, hay que agradecerle a Alierta ser tan franco— es terminar con Internet.
Y por supuesto, supongo que Telefónica mira (espero que metafóricamente, y no realmente) todos los paquetes que llevan información cifrada de tarjetas de crédito usadas para comprar en sitios como iTunes, Amazon, Paypal, pensando que querrían llevarse un pellizco.

Las aplicaciones tienen que ser como los MMS, y queremos cobrarlas

La idea se expresa de forma inconexa entre varios párrafos, pero podría sintetizarla (de forma mucho más elegante que el original) en la siguiente frase:
Las tiendas de aplicaciones son un fenómeno en el que queremos estar, y queremos que funcionen en todos los móviles posibles. Ése ha sido el éxito del SMS, y del MMS.
Dejando de lado el hecho de que el SMS fue un éxito a pesar de las operadoras —el precio por bit es muy superior a lo que cuesta enviar información al Hubble— , y que es una parte integral del mismo estándar que permite que el mismo móvil GSM funcione en España, Alemania, Asia o los EE.UU., y de que todos los móviles GSM puedan llamarse entre sí, “estandarizar” las aplicaciones es algo que ya se ha hecho. Y sólo funciona de dos maneras: o rebajando las capacidades de los terminales a las capacidades mínimas disponibles, a través de una máquina virtual (Java ME, por ejemplo), o estandarizando el sistema operativo y el procesador (iPhone OS, Android), o alguna forma mixta (el entorno BREW de Qualcomm).
En cualquier caso, las únicas que parece que funcionan son las de estandarización de sistema operativo que además ofrezca capacidades 3D y multimedia para todas esas aplicaciones, y en el caso de Android la fragmentación de los dispositivos es muy grande.
Reconociendo que puede ser bueno para los consumidores una cierta estandarización en las aplicaciones, al menos con Android y la AppStore la aplicación puede pasar a todos los dispositivos que tengamos. ¿Será el caso con Telefónica? Me temo que no.
Ah, se me olvidaba: reconoce que los MMS no son interoperables… y mira, en eso tiene razón.

Telefónica y el Cloud Computing

Empezamos por la mejor:
No sé por qué se llama cloud computing.
¿Porque se trata de computación distribuida a través de Internet, y a Internet se la suele dibujar como una nube… precisamente porque puedes confiar en que trabaja de forma transparente? Entiendo que a alguien que quiere cobrar aparte por hacer que la nube sea más o menos transparente a ciertos sitios de la web lo de la nube no acabe de entrarle.
Cloud computing quiere decir que la inteligencia está en la red. Si tengo una empresa de 20 operarios y me dedico a vender tablones de madera, pues no voy a montar un centro informático: como la inteligencia, la red la tenemos los operadores, conectándose a través de la banda ancha, nosotros le vamos a dar todos los servicios de soluciones.
Aparte de verse invadido por el más que vacío término de soluciones, Alierta confunde el hecho de poder proporcionar servicios de software remoto (que sí podríamos llamar cloud computing) con el hecho de la inteligencia de la red.
Cuando se habla de efectos de red, inteligencia de la red, etcétera, se hace en realidad referencia a que cuando N nodos se interconectan todos entre sí, las relaciones crecen de forma proporcional al cuadrado del número de nodos*: entre los miles de millones de dispositivos que puede haber en Internet, pueden existir trillones de relaciones, y eso es lo que mueve fenómenos como las redes sociales, el compartir vídeo en YouTube, Wikipedia, etcétera.
Parafraseando a algún comentario leído por ahí, la inteligencia está en la red, pero no está en los cables. Si fuesen tan inteligentes esas redes propias de Telefónica, que les pregunte Alierta cómo ganar más dinero… aunque por otro lado, pienso que ya lo ha hecho, se ha inventado la respuesta, y la cuenta tan tranquilo.

La Unión Europea debe acabar entendiendo esto

Si las secciones anteriores dan miedo, esta es la peor:
Y las redes son nuestras. Ahí está la inteligencia, la capacidad, los servidores y [los] servicios a los clientes. [Cubrimos] necesidades que no tenían hace dos o tres años, y que les aumentan mucho la productividad. Eso es lo que le decimos a la Unión Europea, es que esto es el huevo de Colón.
Casi me puedo imaginar a Alierta diciéndoles a los Eurodiputados, o a los Comisarios Europeos de Telecomunicaciones que lo que él dice es el huevo de Colón… no me cuesta nada.
Pero me voy por las ramas. Vuelve a la tontería de que en las redes está la inteligencia: no, las redes posibilitan las interrelaciones: son los nodos, al relacionarse, los que realmente crean el valor y la inteligencia en la red.
Al final, el argumento viene a ser: no podemos quedarnos quietos porque todos los competidores siguen invirtiendo, hay quien nos quiere colar un canon para sostener la televisión, y el de la SGAE, y acabo de darme cuenta de que nuestros usuarios ahora son más productivos que antes. Como el tiempo es dinero, vamos a llevarnos un pellizco… olvidándonos del hecho de que ya hemos cobrado por la conectividad de esos usuarios.
La verdad, me da mucho miedo… todo el dinero de las operadoras de telecomunicaciones haciendo presión sobre representantes políticos que no suelen tener mucha idea de tecnología… espero que ninguno crea que lo que dice Alierta es el Huevo del Colón… no es un huevo, es un cojón (Cela dixit).
Todos los nodos (N) se conectan con todos los demás menos consigo mismos (N-1), y pero no queremos contar la conexión de A con B como si fuera distinta de la conexión entre B y A: por tanto, N x (N-1)/2.
Un artículo de Juan de Dios Santander Vela en Memoria de Acceso Aleatorio

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